Para llegar a la actualidad de los metrónomos que conocemos hoy en día partiremos de lo más básico, conocer qué significa la palabra metrónomo. Y es que la composición del término ya nos da una pista de cuál es su función principal, dado que la palabra está formada por los conceptos griegos, “metron” que hace referencia a la “medida” y “nomos”, que tiene que ver con “regulación”. Por lo tanto podemos concluir que la función propia de un metrónomo es la de un artilugio que sirve para medir de manera regulada el tiempo.
Continuando con la historia del metrónomo es importante remarcar que a pesar de tener constancia de intentos previos por parte de Abbas IBn Firnas y de los estudios sobre el péndulo de Galileo Galilei, el metrónomo como artilugio propiamente dicho no llegó hasta el siglo diecinueve. Su invención se reconoce en el año 1812 al músico e inventor Dietrich Nikolaus Winkel. Aunque al no registrarlo, fue otro holandes, Johann Mälzael el que consiguió atribuirse el mérito, consiguiendo la patente en el año 1816.
Con el contexto histórico y lingüístico necesario podemos constatar que el metrónomo es un accesorio musical capaz de realizar una pulsación de forma continuada y en un número establecido de pulsaciones, en este caso rigiéndose por la métrica de pulsaciones por minuto (PPM).
Gracias a esto los metrónomos son utilizados como referencia por parte de los músicos, para a través de sus sonidos cortos y estables marcar los diferentes tiempos y divisiones, logrando una manera fiable de seguir las indicaciones musicales de las partituras y favoreciendo la práctica instrumental tanto de manera individual como en conjunto. Y es que el metrónomo se usa principalmente como una herramienta de práctica para mantener un buen tempo o compás mientras se practican algunos los pasajes musicales. Aunque también puede servir como claqueta en la realización de actuaciones y grabaciones.
Se trata de un accesorio imprescindible el cual facilita enormemente la progresión de los músicos, ya que gracias a este aparato se consigue definir el pulso y ritmo a la hora de tocar un instrumento. Aunque pueda parecer complicado su uso, especialmente para músicos principiantes que no están acostumbrados, el empleo del metrónomo a largo plazo merece merece mucho la pena, ya que su uso habitual ayuda a controlar el tiempo, interiorizando la pulsación y guiando en la duración de las figuras musicales; tales como negras, corcheas, redondas, blancas. . . Y es que el metrónomo sin duda es un gran entrenador, ya que permite detectar si realmente vamos en el tempo establecido o no. Comprobar que no estamos llevando bien el ritmo es la manera de corregir los posibles fallos.
Con un metrónomo también se puede tocar a diferentes velocidades, lo que favorece la técnica de estudio musical, cuanto más domines el tempo más facilidad existirá para adaptarse de manera más eficaz a tocar con otras personas en distintos estilos musicales. Esto favorece la precisión a la hora de tocar un instrumento, ya que el metrónomo ayuda a conocer el tiempo real de una composición musical. Resumiendo, ya sea para estudiar una obra musical con exactitud, para coordinarnos mejor con otros músicos o para realizar grabaciones. . .El metrónomo siempre supone una ventaja.
Antes de continuar es interesante aclarar que en la métrica habitual de un metrónomo, los 60 PPM equivaldrían a una pulsación por segundo y en función de las necesidades rítmicas puede requerirse una velocidad mayor o menor a ésta, por lo tanto, si hablamos de 2 pulsaciones por segundo estaremos ante una velocidad de 120 PPM. La principal función es ofrecer un control sobre la velocidad.
Así pues, los clásicos términos italianos de velocidad como Largo, Lento, Adagio, Andante, Moderato, Allegro, Vivo, Vivace y Presto se pueden representar con total exactitud gracias al metrónomo. Esto se podrá modificar en función del ajuste que corresponda, ya que podemos indicar una pulsación marcada basada en figuras como las negras, que es lo más habitual, o ajustarlo con otro tipos de divisiones de valor, como las corcheas, semicorcheas, blancas, redondas…
Entonces, si la negra es igual a 60 PPM estaremos indicando que entran 60 pulsaciones por minuto, en esto cada negra equivaldría a una pulsación, 60 negras por minuto, lo que en términos clásicos de música equivaldría a un tempo Andante.
El uso e interpretación dependerá de la intención musical que tengamos. Después de encender el metrónomo es el momento de seleccionar un tempo en el menú de ajuste, normalmente para esto se pueden utilizar las flechas de izquierda y derecha del metrónomo. O como alternativa usar el botón denominado “Tap tempo” hasta llegar al tempo que se desea. Puedes utilizar el metrónomo para encontrar el tempo indicado en la partitura y ajustar el beat del metrónomo según el tipo de compás indicado.
Dentro de los metrónomos nos podemos encontrar con diversos modelos que ofrecen características como las de controlar el volumen, ritmo, tempo. . . Hoy en día existen apps de metrónomos y softwares musicales, además de páginas en internet que ofrecen metrónomos virtuales, a pesar de esto, cuando hablamos de metrónomos, es importante poner en valor los metrónomos tradicional de cuerda y los digitales, pues ofrecen un amayor fiabilidad a la hora del estudio.
Korg, Gewa, F-Zone, Yamaha. . .y muchas otras. Sea cual sea el tipo de metrónomo que estés buscando lo encontrarás en nuestro amplio catálogo web de metrónomos.
SI necesitas un metrónomo, no lo dudes, nuestra tienda es el mejor lugar para conseguir un metrónomo de garantías que te dure muchos años. Compra aquí y benefíciate de nuestras ventajas de asesoramiento profesional, garantía, financiación y servicio de envío o recogida en tienda.
1 al 30 de 88 |