Eres músico amateur o profesional y sufres a menudo dolores durante y después de haber tocado? No es normal, ni aceptable y os animo a no dejarlo: corréis el riesgo de sufrir cada vez más y quizás de tener que parar la música algún tiempo. Los riesgos existen para todos los instrumentos: hagamos un rápido inventario.
Músicos y dolores de espalda
• Dolores en la parte baja de la espalda.
Es debido probablemente a una falta de tono postural: tocáis sentados en una posición hundida o invertida hacia atrás sobre vuestro respaldo en lugar de tocar en posición sentada tónica como si fuerais a levantaros. Otra explicación posible, un mal posicionamiento de la pelvis: si está demasiado proyectada hacia delante, fuerza la curvatura lumbar o al revés, basculada hacia atrás como en la posición sentada hundida.
• Dolores entre las escápulas, en la mitad de la espalda.
Se trata frecuentemente de una tensión en el diafragma y por tanto de un problema respiratorio(bloqueo en inspiración): hay que saber que el diafragma es un músculo muy potente que está anclado en la parte media de la columna vertebral. Una posición demasiado curvada pone el diafragma en tensión permanente, tensión que tira por tanto de vuestra columna.
• Dolores en el cuello.
A menudo es debido a la proyección de la cabeza hacia delante, particularmente en los instrumentistas de viento que tienen tendencia de ir a buscar el instrumento hacia delante en vez de acercárselo a los labios. También puede ser debido a una respiración mal posicionada: en la inspiración los músculos del cuello tiran de las costillas hacia arriba para suplantar a un diafragma en dificultad por la mala posición y trabajarán por debajo de sus capacidades.
Músicos y dolor de hombro
Cuando el hombro duele, el músico tendrá problemas para utilizar la mano y por tanto le afectará directamente para tocar: esta articulación clave debe ser tenida en cuenta especialmente.
La mayor parte del tiempo el dolor se debe a una mala utilización de los músculos: el intérprete porta el brazo y el instrumento desde le hombro, el cual está hecho parala movilidad, en lugar de sujetarlo atrás desde la escápula con su músculo principal, el serrato anterior. La forma de darse cuenta: cuando toquéis, verificad que vuestro hombro está ligero y libre de desplazarse o si está tenso y bloqueado.
En cuanto a los famosos dolores a nivel de los trapecios (entre el hombro y la cabeza), tan frecuentes entre los músicos, tienen dos causas posibles: proyección de la cabeza hacia delante, de lo cual ya he hablado; o el hecho de sujetar el brazo por debajo del hombro y no por encima solicitando el serrato anterior, músculo potente de la escápula!
Las tendinitis del músico
Muy perjudiciales para los músicos, las tendinitis son inflamaciones localizadas en la extremidad del músculo, en la unión hueso-tendón. Tienen origen en la utilización no fisiológica de ciertas zonas corporales o un exceso de trabajo muscular, exceso que puede corresponder a una carga variable según el individuo.
Continuar trabajando a pesar de una tendinitis es arriesgarse a agravar la inflamación y sobre todo de instalarla mucho tiempo: las recidivas serán cada vez más numerosas. La sabiduría recomienda el reposo pero un reposo terapéutico: hay que conservar todos los movimientos lentos que no son dolorosos. Atención a ciertos tratamientos antálgicos que enmascaran el dolor y permiten seguir trabajando.
Si la tendinitis vuelve a aparecer al volver a trabajar, el músico debe pasar revista a su funcionamiento corporal. Es la única forma eficaz de llegar al final de una tendinitis, sobre todo si es recidivante: trabajar sobre la causa y no sobre la consecuencia.
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El dolor de cabeza del músico
Dos razones principales: el exceso de trabajo y concentración, generador de fatiga y el bloqueo de la zona del cuello a nivel de la unión entre el cráneo y la columna vertebral. Por esta zona discurren numerosas conexiones nerviosas y vasculares, su buen funcionamiento puede estar perturbado por contracturas musculares, sobre todo si el instrumentista proyecta la cabeza hacia delante.
Algunos se quejan de dolores y fatigas visuales, algunas veces asociadas al dolor de cabeza. Aparecen cuando la mirada permanece fija en la partitura durante horas, solicitando los músculos oculomotores por encima de sus capacidades. Otra posibilidad es que las gafas no están adaptadas a la especificad de la lectura de la partitura.
El síndrome vasculo-nervioso por compresión (hormigueos)
Si sentís a menudo hormigueo en la manos, sobre todo por la noche, si tenéis la impresión de que a vuestro gesto musical le falta respuesta y eficacia (lentitud, pesadez, ausencia de fuerza) es posible que sufráis un síndrome vasculo-nervioso por compresión.
Esta patología se observaba antes a partir de los cuarenta o cuarenta y cinco años en los trabajadores manuales. Se está convirtiendo en una patología cada vez más precoz, se empieza a ver también en cajeras de supermercados de veinte o treinta años. Se debe a un estrechamiento de los estrechos canales llamados desfiles. Estos canales están situados en la muñeca, el codo y en la unión del brazo al tórax.
Hay que tener en cuenta que si sostenéis el instrumento con tensiones, las contracturas musculares localizadas cerca de estos desfiles participarán en su estrechamiento.
Este artículo ha sido publicado originalmente por Marie-Christine Mathieu en su blog “Gestos y posturas del músico”.