¿La música nos hace más sanos?
¿Es la música buena para el corazón además de para el alma?
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¿Es la música buena para el corazón además de para el alma?
Exhibiendo su alcance universal, la música ha logrado crear una melodía específica para el que quizá sea el concepto matemático más famoso, el número Pi.
Una vuelta de tuerca al debate sobre la naturaleza de la músicaLa música es un arte que también puede ser considerado una ciencia, ¿o era al revés? Sea como sea, los partidarios de una u otra categorización de la música van a contar con nuevo material para su rifirrafe dialéctico, siendo los defensores del carácter científico de la interpretación musical los más reforzados. No en vano, un compositor se ha inspirado en el número Pi para crear una pieza única en la historia de la música.
David McDonald ha ido un paso más allá en el debate y ha puesto su creatividad al servicio de la música matemática. El pianista escocés ha tomado la escala de La menor armónica (con la séptima nota alterada) y ha puesto a cada nota un número del 1 al 8, añadiéndole dos notas más (un sol sostenido grave y un si agudo) para completar las diez cifras posibles. Como puede verse por los preparativos, la vinculación entre la música y la ciencia matemática nunca había sido tan evidente.
Muchos estudiantes de Conservatorio, y también profesionales, toman la lectura de una nueva pieza sin una estructura de trabajo definida y sin unas pautas claras. Lo cierto es que, aunque se nos den las herramientas para trabajar de manera correcta, muchos no las usamos. Ya sea por pereza, por prisas o por falta de costumbre, solemos tomar las partituras nuevas de forma desordenada y sin objetivos claros.
El primer y principal punto que debemos tener en cuenta para trabajar cualquier pieza nueva es el análisis de la misma. Este análisis nos facilitará el trabajo y nos situará para que podamos empezar a meternos en la nueva obra que vamos a trabajar con un contexto claro.
Cómo realizar el análisisLo primero que debemos saber cuando comenzamos a trabajar una nueva pieza o estudio es el autor, la época y el estilo al que pertenece. Parece obvio, pero no todos los alumnos piensan en ello. Identificar y conocer el contexto histórico de la obra nos ayudará a encontrar el modo de tocarla: expresividad, vibrato, articulaciones, legatos… Todo ello depende del contexto, y es por eso que es lo primero que debemos conocer y trabajar.
El análisis de formaDespués de este primer paso, vendría el análisis de forma. Para ello, nos ayudará escuchar una grabación de la obra o cantarla. Debemos ir respondiendo una serie de preguntas:
Cuando se estudia un instrumento o, posteriormente, cuando se vive de él, mantenerse motivado constantemente no siempre es posible.
Todos tenemos algún día en el que nos da pereza tocar y en el que encontramos mil cosas más interesantes que hacer en ese momento antes que sacar la flauta de su estuche. Si esto ocurre puntualmente, no le daremos importancia (desconectar de vez en cuando viene bien), pero y ¿si pasan días, semanas o meses y sigo sin ganas de tocar una sola nota? ¿Es algo normal? Sí, es algo completamente normal que le puede ocurrir a todo el mundo, sea cual sea su ámbito laboral: eres víctima de la desmotivación.
Por suerte tiene solución y es más sencilla de lo que creemos, aunque hay que poner mucho de nuestra parte.
En este artículo te ofrecemos las claves sobre la alimentación previa a una actuación, recomendaciones y algunos consejos útiles.
En muchas ocasiones resulta complicado elegir qué comer antes de un concierto. Conocidas son las extravagancias de muchos cantantes profesionales que solicitan alimentos exóticos en el camerino antes de sus actuaciones. Aunque en realidad no existen grandes estudios que demuestren que es mucho mejor comer una cosa antes que otra, parece lógico que, por ejemplo, consumir grandes cantidades de refrescos de cola y patatas fritas no es igual de recomendable que tomar un zumo de fruta natural con unas galletas de avena. ¿Comer frutas o fritos?Se conocen incluso casos en los que ciertos artistas han llegado a obsesionarse tanto que durante muchas horas antes de su concierto no han ingerido absolutamente nada, lo que luego les ha impedido terminar la actuación en condiciones por falta de fuerzas. Sin duda, el truco está en encontrar un equilibrio. Cantar o tocar un instrumento es una actividad física, por lo tanto el cuerpo precisa de suficiente energía para afrontar la actuación con garantías.
Tal vez, la mejor de las soluciones sea tomar un refrigerio basado en frutas y verduras. Una ensalada fresca y dos piezas de fruta reportan grandes cantidades de vitaminas, minerales y nutrientes. En definitiva, la suficiente cantidad de energía para terminar la actuación sin sustos o desfallecimientos. Entre las frutas recomendables hay que destacar al plátano por encima del resto. Seguro que más de una ocasión has visto a los tenistas dar uno o dos bocados a un plátano durante un descanso, pues el músico puede hacer lo mismo.
La mayoría de los músicos profesionales hemos sufrido alguna vez en la vida el miedo escénico. Todos sabemos muy bien en qué consiste, un bloqueo mental que se traduce en físico y que merma enormemente nuestras capacidades al enfrentarnos a un escenario. El miedo es un sentimiento muy primitivo, que no podemos evitar. Nuestro cuerpo está preparado para reaccionar ante situaciones de estrés, tales como el ataque de un animal. El problema es que no vamos a enfrentarnos a nada parecido actualmente, así que nuestra mente traslada esas situaciones de estrés primitivo a nuestras situaciones “cotidianas”.
Los músicos tenemos que aprender técnica, estética… Pero en muchos sitios se olvidan de dar énfasis a lo más importante: tocar en público y sin complejos. Si no eres capaz de compartir lo que haces, ¿de qué sirve que seas músico? Lo ideal es aprender esto poco a poco, desde nuestros inicios. Pero muchos no hemos tenido la suerte, y debemos aprender a manejar el miedo siendo adultos.
Las causas de nuestro miedo a la escena dependen de cada persona, su trayectoria, sus experiencias y su aprendizaje. Puede que se deba a una baja autoestima, a unas carencias técnicas que nos han acomplejado con el tiempo, a que hayamos aprendido a sentir este miedo desde pequeños, a la importancia que le damos a lo que los demás piensan de nosotros… La mente es muy compleja y tiene un poder tan grande que puede provocarnos hasta malestar físico, sin estar enfermos.
A priori, la música es algo fácilmente perceptible para cualquier ser humano,independientemente de sus conocimientos musicales previos o de su lugar de origen. Ya estés acostumbrado a la música occidental como a la oriental, seas un niño de un año o un músico experimentado, la mayoría de las personas reconocen la música y la perciben con ritmos y melodías. Sin embargo, no todos pueden. Estas personas padecen un trastorno llamado amusia: una alteración en la percepción auditiva, lectura, escritura o ejecución musical.
La amusia puede ser heredada o adquirida. Cuando se adquiere, se debe a que la persona sufre un daño cerebral en algún momento de su vida y pierde alguna de sus capacidades musicales.
Hay muchos tipos de amusia, dependiendo del aspecto musical al que afecte:
La práctica de la lectura a primera vista o repentización debe formar parte de la rutina de estudio diaria de cualquier músico. Aunque tradicionalmente ha sido una habilidad exigida casi exclusivamente a los músicos clásicos (acceso a conservatorio, oposiciones, orquestas…), hoy en día supone una cualidad indispensable también para los profesionales de la música moderna (orquestas, musicales, acompañamiento de artistas…).
Sea cual sea tu caso, es recomendable que dediques entre 10 y 20 minutos todos los días a mejorarla. Como cualquier habilidad, se desarrolla con la práctica.
a falta de trabajo es uno de los principales problemas que afrontamos los músicos cada día. Muchas veces retrasamos nuestra entrada al mercado laboral para formarnos en otros países y aprender de los mejores, pero ¿tiene sentido ser muy buenos en algo donde sólo trabajan los mejores?
No digo que haya que renunciar a los sueños de cada uno, ni mucho menos, pero hay que ser consciente de las posibilidades laborales que ofrece el mercado musical y conocer los diferentes itinerariospara trabajar en el mundo de la música tras finalizar nuestra etapa de estudiantes.
Hoy vamos a pensar en los estudiantes de Enseñanzas Profesionales de Música, que tienen que tomar una decisión importante en sus vidas. ¿Continúo dedicándome a la música o me encamino por otras vías? ¡Aquí resumimos lo que te puedes encontrar en el ámbito musical!
Cómo alejar tus demonios internos, del archivo de The Strad
Antes de tocar, siéntate o túmbate en una habitación tranquila, sin distracciones. Asegúrate de que tu cabeza está bajo control. No cruces brazos ni piernas. Elige una palabra monosilábica y repítela en tu mente una y otra vez. Esto le dará a tu cabeza algo en lo que focalizarse. Si un pensamiento externo aparece de repente, vuelve enseguida a tu palabra. Intenta pensar en tu palabra mientras haces respiraciones lentas. No intentes hacer que pase nada, sólo siente como tu cuerpo se calma.
Laurinel Owen, The Strad, Diciembre 1996