Cómo alejar tus demonios internos, del archivo de The Strad
Antes de tocar, siéntate o túmbate en una habitación tranquila, sin distracciones. Asegúrate de que tu cabeza está bajo control. No cruces brazos ni piernas. Elige una palabra monosilábica y repítela en tu mente una y otra vez. Esto le dará a tu cabeza algo en lo que focalizarse. Si un pensamiento externo aparece de repente, vuelve enseguida a tu palabra. Intenta pensar en tu palabra mientras haces respiraciones lentas. No intentes hacer que pase nada, sólo siente como tu cuerpo se calma.
Laurinel Owen, The Strad, Diciembre 1996
A veces visualizar un pasaje ejecutado de la manera correcta antes de tocarlo puede realmente ayudarte (igual que un jugador de basket, cuando va a tirar, imaginando la pelota entrando en la cesta). Ha habido estudios psicológicos, que han determinado que si fuerzas a tus músculos para sonreír, estás realmente engañando a tu organismo y le obligas a sentirse contento. Parece que es poner el carro antes del caballo, pero he leído que realmente funciona. Así que por el mismo motivo, si puedes proyectar una imagen de confianza en el escenario (aunque sea forzada), empezarás a sentirte más seguro en ti mismo.
Joshua Bell, The Strad, Noviembre 2015
Cuando te imaginas a ti mismo tocando una nota o pasaje que habitualmente te pone tenso cuando la tocas en tu instrumento, es interesante ver cómo tu dedo o tu mano se tensan exactamente igual que si lo estuvieras tocando, aunque sólo lo estés imaginando, sin tocar el instrumento. Los beneficios de visualizar esa situación, tu mismo tocando esa nota o pasaje con una mano relajada o sin tensión son obvios: cuando estás imaginando mentalmente tu actuación, estás accediendo al mismo “programa interno” que te dirige en una actuación cuando tienes el violín bajo tu barbilla.
Simon Fischer, The Strad, Mayo 2008
Un intérprete puede aliviar una situación de ansiedad (por ejemplo si presenta respiraciones superficiales y cortas) cambiando el patrón, haciendo respiraciones más profundas y lentas en su lugar. Calmando su respiración, podrá incluso controlar otro síntoma fisiológico del miedo escénico, el elevado ritmo cardíaco. Otras maneras de reducir los síntomas del miedo fisiológico pueden ser vestir con ropas ligeras en el escenario (para evitar un exceso de calor), llevar un pañuelo en el escenario (para secar tus manos y tu frente) y evitar la cafeína antes de un concierto.
Adrian Bradbury, The Strad, Junio 2008
Hay un truco simple pero efectivo para evitar el miedo escénico, aunque suena raro. Durante la clase, el profesor debe intentar dar tantas indicaciones (sobre las diferentes formas de vibrato, la división del arco, los cambios de arco, la versatilidad dinámica) que el alumno debe vigilar todo a la vez mientras toque. Teniendo en cuenta que la música siempre es lo primero, cuantos más aspectos técnicos tenga que cuidar el alumno, estará más concentrado y menos tiempo le quedará para ponerse nervioso en la actuación.
Boris Kuschnir, The Strad, Septiembre de 2011
Conectando con la emoción de lo que quieren transmitir, consigo que mis alumnos toquen mejor que si hubieran estado pensando “tengo que asegurarme de que mi cuarto dedo haga este vibrato bien”. A menudo el vibrato está bien en cualquier caso, y todas las cosas que normalmente les hubieran distraído de la esencia de la interpretación se evaden.
Matthew Jones, The Strad, Junio 2015
Cualquiera que haya estudiado violín recordará el sentimiento de duda y de impotencia que te dominaba en el momento de abandonar la seguridad de los graves en el batidor, como si de repente te hubieran arrancado todos tus cimientos. La principal razón de esto es en realidad la falta de preparación del sentido kinestésico, el sentido en la sensación muscular.
Los músculos tienen una capacidad de sentir cuando están en ciertas poses, condiciones o acciones y gradualmente pueden familiarizarse con ellas. Los músculos pueden acostumbrarse a las nuevas posiciones antes de ejecutarlas. Una gran cantidad de sentimientos incómodos de extrañeza y de duda desaparecerán.
Kaare A. Bolgen, The Strad, Noviembre 1937
Los nervios pueden ser muy difíciles de controlar, pero los controlarás mejor si estás 100 por cien seguro de lo que estás tocando. Necesitas estar absolutamente convencido de cómo haces un pasaje técnico, y cuando lo controles bien no te pondrás demasiado nervioso.
Joseph de Pasquale, The Strad, Noviembre 2009
Fuente: The Strad (2016). “8 ways to combat negative thoughts on stage”.